22.5.07

Café de pomo

Soy tomador de café intensivo desde hace unos 8 años, siempre me gusto el olor y sabor pero conforme fue pasando el tiempo cada vez me gustaba con menos azúcar hasta llegar al punto en que lo tomaba así nomas… y me gustaba de esa manera.

En su momento se convirtió en la bebida por excelencia si era un momento de convivencia con los amigos o en una junta de trabajo, luego era obligatorio tras estar 12 horas al día frente al monitor o 14 horas en chinga en producción.

Aun así es un caso extraño en casa; a mi padre también le gusta el café, todos los días justo después de levantarse de su cama iba a la cocina, tomaba su frasco de Nescafe y se servía su taza mañanera, el lo hace de manera curiosa porque primero mezcla el azúcar y el café con un poco de agua caliente al fondo de la taza… luego vacía el agua ya hirviendo al tope…. dice que le sabe mejor de esa manera, a mi madre nunca le ha gustado.

Llevamos 1 mes y el café que quedo en el pomo solo se esta haciendo viejo… no me lo voy a acabar yo porque no se me antoja, mi hermano ni siquiera a reparado en ese detalle y mi madre preferiría tirarlo antes que ofrecerlo siquiera; llegará el momento en que el vendrá a visitarnos con la nostalgia y antes de marcharse tome su pomo junto con su almohada… y no volveremos a tener café disponible para ofrecer a las visitas… pero esta bien, no soy tan buen anfitrión.

La casa dejo de ser hogar desde hace un buen tiempo, es la nueva etapa y cada uno jala para donde mejor se acomoda; solo espero algún día tener la serenidad y valentía de tomarme una taza con mi viejo y aprovechar ahora que tan lejos, estamos juntos.